Proyección

Con la inauguración del Observatorio Astronómico en Suques, la provincia incursiona en una modalidad de turismo muy particular, por la forma en que se lo práctica, los sitios aptos para realizarlo y los conocimientos previos para llevarlo a cabo. 

Los sitios deben ser lugares muy especiales en cuanto a la posición astronómica, siendo la banda de los 30º a 40º  de latitud la recomendada,  el clima árido y de atmósfera seca es necesaria, el relieve en que la altura supere los 1000 mts, y la contaminación ambiental  en general y la lumínica en particular nula y/o controlable.

Estos sitios, en donde ya está instalado el observatorio, generalmente son asociados a la figura de Áreas Protegidas, que pueden ser bajo legislación provincial o nacional, en cualquiera de los casos debe contar con mensura y bien definidos los límites como así también al área de amortiguación, ya que estos elementos a la hora de realizar controles y protección no haya superposición de jurisdicciones y conflictos institucionales.

Sin bien el turismo astronómico se lo considera sinónimo del “astroturismo”, hay que marcar las diferencias entre uno y otro, de tal manera que dichas actividades se ajusten a los conceptos y modos en que se practica. En el caso del turismo astronómico, la IA la define como “viajar para observar el cielo nocturno y fenómenos astronómicos como estrellas, planetas, lluvias de meteoros y auroras, usualmente en lugares con baja contaminación lumínica. Las actividades incluyen visitas a observatorios, rutas guiadas para ver las estrellas con telescopios, talleres de fotografía nocturna, e incluso charlas y campamentos temáticos”. O sea desplazarse, salir del entorno, viajar medianas o largas distancia, programación, reservas, alojamientos, equipo, vestimenta, guías, etc

En tanto que el astroturismo, es una salida eventual, circunstancial por un breve tiempo a realizar alguna observación sin salir de su lugar de residencia o  provincia; es ocasional, recreativa y básica.   

La astronomía en sí, atrapa y despierta singulares pasiones en los diferentes grupos que la practican o visitan, siendo los niños los más expresivos a la hora observar por el telescopio. La mayoría de los visitantes a un observatorio suelen ser neófitos en el tema y desconocen terminología básica de astronomía y el “por qué“ a cada cosa que se les explica o el para qué sale a relucir y plantearse cosas más terrenales que celestiales.

A diferencia del turismo masivo (como el de sol y playa) que distingue con claridad entre temporada alta y baja, el turismo astronómico cuenta con una ventaja singular: el cielo ofrece sus maravillas durante todo el año y siempre es posible realizar actividades para apreciarlas.

El cielo es extraordinariamente generoso: a lo largo de todo el año brinda eventos regulares (como las fases de la Luna, ocultaciones, conjunciones planetarias o lluvias de meteoros) y también fenómenos ocasionales, como eclipses totales de Sol o de Luna, que suelen atraer gran interés. Estos momentos únicos del firmamento impulsan estudios, observaciones, registros fotográficos e incluso diversas interpretaciones culturales y astrológicas.

Sin embargo, muchos observatorios se encuentran en sitios de difícil acceso debido a las distancias, la falta de infraestructura, los servicios limitados o la escasa disponibilidad de instrumental. Por ello resulta imprescindible planificar y desarrollar programas que mejoren la accesibilidad, promuevan la educación, fortalezcan la conservación e impulsen la investigación y la divulgación científica.

Domingo Faustino Sarmiento, quien impulsó la creación del primer observatorio astronómico del país en Córdoba, afirmaba que “la educación primaria es la que civiliza y desarrolla la cultura de los pueblos”. Y es precisamente en ese nivel educativo donde resulta más pertinente promover, con el acompañamiento de los ministerios de educación, programas de astroturismo educativo que integren actividades vinculadas al ambiente, la contaminación lumínica y prácticas de bajo impacto ambiental.

Como se mencionó, muchos observatorios se encuentran a grandes distancias y su capacidad de carga suele ser limitada. Esta combinación puede derivar en experiencias poco satisfactorias: sitios frágiles (frecuentes en zonas áridas) deteriorados por el tránsito excesivo, senderos dañados, demoras por falta de telescopios suficientes, ausencia de sanitarios, temperaturas extremas y expectativas que no pueden ser cumplidas. Todo ello puede transformar una actividad formativa en una experiencia decepcionante.

En este contexto, la modalidad de astroturismo urbano ofrece una alternativa accesible y eficiente. Permite realizar actividades a corta distancia de las ciudades, facilitando que cursos escolares completos participen en experiencias de observación en diversos escenarios. Además, los equipos de trabajo pueden trasladarse de manera itinerante hacia zonas más oscuras dentro del ámbito provincial, manteniendo la flexibilidad operativa y evitando impactos ambientales significativos.

Entre sus ventajas, además de la cercanía, se encuentran la posibilidad de realizar visitas diurnas y nocturnas, así como la observación de la luna, de los planetas mayores y de fenómenos astronómicos como eclipses de sol y de luna, todo en condiciones logísticas más accesibles y sostenibles.

Alumnos de 6to año realizando observaciones de las manchas del Sol

En caso de que un técnico y/o licenciado en turismo quiera convertirse en guía o emprendedor, deberá adquirir conocimientos básicos que hacen a la geografía del planeta tierra, como elementos de la esfera, orientación con las estrellas, movimientos de la tierra, husos horarios; astronomía básica e instrumental necesario.  Técnicas de posicionamiento y calibración de telescopios, tipo de observación, accesorios como oculares, cámaras, cartas celestes punteros láser, linternas con luz tenue, brújula, etc

Otras cuestiones están relacionadas con la seguridad, en cuanto a seguro, traslado y siempre con un margen de imprevistos como el tiempo, viento, nubes o temperaturas extremas.

Campamento diurno y nocturno 

¿Qué necesitamos planificar a la hora de hacer Turismo Astronómico?

• Si vas a realizar observación visual o comúnmente denominada a ojo desnudo, puedes empezar con reconocimientos de constelaciones, orientación. Seguir con objetos del sistema solar como planetas, sol, luna, cometas, estrellas fugaces, dobles y variables. De cielo profundo: cúmulos abiertos, globulares, galaxias, nebulosas.
• Observación con instrumental, además del telescopio, necesitas accesorios como para hacer astrofotografía, una cámara fotográfica réflex;  fotometría, un fotómetro y para astrometría una cámara planetaria, con enfriadora y para todos los casos los software necesarios para procesar.
• En cuanto al equipo de observación, telescopio adecuado necesariamente, refractor, reflector o catadióptrico; filtros, oculares, periféricos y accesorios como linternas, pilas. Abrigo, reposera, para consumir, etc
• Cartas de cielo, selección de objetos para observar de acuerdo al alcance del telescopio, aplicaciones digitales que faciliten el calaje y posicionamiento del Instrumento, reloj y anotador 
• Fecha para realizar la experiencia, considerar la fase de la luna, efemérides de los objetos,  lugar con baja contaminación lumínica y condiciones climáticas en particular la transparencia y la turbulencia que puedan definir el mejor seeing para esos días
• Tomar como referencia la escala de Bortle referida a la oscuridad del sito para seleccionar objetos; teniendo en cuenta que: Clase 1 es excelente cielo en cuanto a oscuridad, Clase 3 Rural y Clase 8 Cielo Urbano
• Escala de Antoniadi, para la turbulencia, siendo escala 1 visibilidad perfecta y escala 5 visibilidad muy mala.
• En cuanto al protocolo las recomendaciones básicas son: Llegar temprano al sitio, hacer reconocimientos de dificultades del terreno, preparar el equipo con suficiente tiempo, dejar las herramientas necesarias a mano. Para cuando oscurezca: acostumbrar el ojo a la oscuridad, elongación cervical, ubicación de los elementos que necesitará en la oscuridad, linterna luz roja, etc
• Anotador, cuaderno o grabadora, sobre todo cuando se hacen varias tomas de un mismo objeto cambiando valores de exposición, abertura, iso, etc
• Al terminar la sesión, la tarea más engorrosa es de volver a desarmar y cada cosa en su lugar, el cansancio, frío, o la misma adrenalina por procesar lo observado y ver que se cosechó, suele ser enemigo para no romper algo y/o perder piezas importantes que luego se lamentara
• Al día siguiente se suele destinar el mismo o más tiempo para procesar el material observado, preparar informe y o publicación de ser necesaria, y si se llegó a descubrir algún objeto como asteroide o comete es urgente hacer el reporte para obtener la primicia y luego bautizarlo, como los cometas y asteroides. En San Juan, en el Observatorio Félix Aguilar es acreedor de más de 100 asteroides descubiertos y muchas de ellos bautizados como Sarmiento, Calingasta, San Martín, San Juan.